martes, 12 de diciembre de 2017

Reseña de 'Parejas por dentro' de Pablo Méndez

 

 

Parejas por dentro
Pablo Méndez
Ediciones Vitruvio, 2017
289 páginas

Parejas por dentro es un libro de amor repleto de interesantes sorpresas. Un libro escrito por esa extraña pareja que son el poeta Pablo Méndez y Pablo Méndez el grafólogo —dos personajes en uno que al mismo tiempo es también editor—. Amor y grafología en un mismo libro, todo un reto.

Por un lado, Pablo Méndez el poeta señala en esta obra que el amor, ese amor que es «capaz de cambiarnos la voz», es el principio y el final de todo, la gran llave que todos debemos buscar. Por otro, Pablo Méndez el grafólogo se lanza a explorar la letra de aquellos a quienes ha convertido en protagonistas de este libro. No sin antes dejar claro que la letra no sólo “habla” de nuestra personalidad y de alguna manera es parte de la huella que dejamos en este mundo, sino que además la letra es un espléndido retrato de nuestra figura, un retrato transparente de tantas y tantas cuestiones relativas a nuestra personalidad. Claro está, para quien saber desentrañar lo que surge en esa radiografía de la escritura en la que queda sin remedio atrapada nuestra idiosincrasia y estado de ánimo en cada momento.

Y esto es lo que hace este detective o forense de la escritura que es Méndez con diez parejas que juntas o por separado son ya iconos de la historia de la cultura.

En las páginas de este libro hay estrellas del cine, de la música, grandes personajes de la política, nombres imprescindibles de la literatura o del pensamiento contemporáneo. Una obra, como se ha comentado con anterioridad, colmada de asombrosos detalles a los que es difícil sustraerse.

Para quienes hayan profundizado en la biografía de alguna o de todas las parejas que aparecen en el libro, estoy seguro que les sorprenderá el análisis de la letra de estos personajes que hace Pablo Méndez y que sin duda aporta una nueva visión, una nueva perspectiva a la hora de conocer algo más y mejor a todo ellos y ellas.

Para quienes —como es mi caso— desconocen la vida íntima de la mayoría de las afamadas personas que aparecen en este libro, no dejará de llamarles la atención los detalles de su trayectoria vital y, por supuesto, todo aquello que al parecer surge del análisis de la escritura de cada uno de ellos o ellas.

Parejas por dentro es un libro entretenido, aporta hechos y datos relevantes, poco conocidos y curiosos sobre los personajes que desfilan por sus páginas, también tiene un punto de cotilleo muy seductor. Es, por ello, un libro revelador que además ayuda a situar a cada personaje en su “circunstancia”, como diría Ortega y Gasset, nos da la medida del carácter de cada uno de ellos o de ellas, y algunos “porqués” de sus comportamientos o decisiones. En Parejas por dentro hay grandes historias de amor, pero también de dolor.

«Yo supe del dolor desde la infancia», con estos versos de Rubén Darío comienza el primer capítulo para hablarnos de dos grandes figuras de las artes plásticas del siglo XX, como fueron Frida Kahlo y Diego Rivera. La historia de Frida es una intensa historia de amor por Rivera, pero también de enorme dolor que tuvo dos caras. Por una parte, sus problemas de salud derivados de la poliomielitis que contrajo cuando era niña a lo que se sumaron las secuelas de un gravísimo accidente de carretera que tuvo cuando era muy joven. Por otro, el sufrimiento por un amor complejo y difícil con Diego Rivera, un hombre veinte años mayor que ella. Una relación que fue descrita por la madre de Frida de una forma bastante airada: Diego Rivera tenía 41 años y pesaba cerca de 135 kilos, Frida Kahlo tenía 21 años y era muy delgada y pequeña. «Una paloma al lado de un camión», sentenció la madre.

La vida de Frida y Diego fue de novela. Personajes como Trosky y el asesino de este, Ramón Mercader, estuvieron relacionados de un modo u otro con la pareja. De hecho, se ha dicho que Trosky y Frida fueron amantes, aunque el autor de estas Parejas por dentro no parece conceder mucho crédito a tal afirmación basándose en el examen de la letra de Frida.

En este libro hay parejas donde el trinomio vida, arte y amor está muy presente. Es el caso de Dalí y Gala. Elena Ivanovna Diakonova, más conocida como Gala, se separó de su primer marido el poeta francés Paul Eluard para unirse de por vida a Salvador Dalí. El gran genio de la pintura estaba enamoradísimo de Gala. El enamoramiento de Dalí fue de tales proporciones que llegó a ser motivo de risa para el director de cine Luis Buñuel.

A lo largo de la vida del pintor de Cadaqués, su venerada Gala fue «amante, secretaria y enfermera». Sobre esta relación y la letra de ambos se cuentan cosas muy curiosas en este libro. De todas ellas, lo que Méndez cuenta sobre la relación entre Dalí y Federico García Lorca no tiene desperdicio…, ahí lo dejo.

Uno de los capítulos más atrayentes para mi gusto, supongo que cada uno tendrá sus preferencias, es el dedicado a Ava Gardner y Frank Sinatra. Se ha afirmado de Ava Gardner que tuvo la vida más hermosa de Hollywood. No sé si sería cierto, pero de su biografía se desprende que fue una mujer que vivió con gran intensidad y a la que no le asustó nunca lo que pudiera depararle el destino. Posiblemente, la causa podemos hallarla en cómo vio trastocada su vida y la de su familia cuando era niña a raíz del crack de 1929.

En el libro se relata como un cazatalentos de Nueva York le abrió la puerta del cine. Se sabe sin embargo que este envió sin sonido la prueba que realizó a “la Gardner” para los estudios con los que trabajaba. En dicha prueba quedó patente que no sabía interpretar, aunque su figura sostenía una inmejorable relación con la cámara.

La propia Ava Gardner no se consideraba actriz. De hecho, tuvo que pasar tiempo y varias películas hasta que tomó conciencia de su trabajo como actriz. Para “la Gardner” lo fundamental era vivir la vida y cuando llegó a Hollywood trató de sacar todo el partido de lo que aquella oportunidad podía ofrecerle.

En este sentido, su relación con Frank Sinatra con el que estuvo casada entre 1951 y 1957 fue apasionada y vehemente, repleta de excesos y fiestas donde el alcohol corría a raudales como si se fuera a acabar el mundo al día siguiente. Cuando conoció a Sinatra este pasaba por horas bajas y gracias a Ava Gardner consiguió un papel en la película De aquí a la eternidad que le permitió relanzar su carrera en 1952.

Pero aquel desenfrenado estilo de vida también desencadenaba reiteradas desavenencias de todo tipo, hasta que terminaron divorciándose en 1957. A pesar de ello, muchos años después, cuando ella enfermó a finales de los años 80 residiendo ya en Londres, Sinatra fue en su ayuda sin dudarlo un minuto, poniendo incluso en riesgo su matrimonio en ese momento con Barbara Marx Sinatra, como podrán leer quienes se adentren en las páginas de este libro. Esta fue la relación de dos mitos de nuestro tiempo. De Sinatra se han dicho muchas cosas. El temperamento tanto de “la Voz” como de “la Gardner” es puesto al descubierto por Méndez a través de la letra de cada uno de ellos en esta obra.

Quien escribe estas líneas no se considera ni mucho menos un cinéfilo, más allá de haber sido espectador de numerosas películas que desde temprana edad he podido visionar en la televisión o en la gran pantalla, pero no quisiera dejar de comentar aquí que de Ava Gardner siempre me han sorprendido dos cosas: una la decisión que tomó de venir a Madrid a finales de los cincuenta. El Madrid de aquel entonces que comenzaba a emerger de los sinsabores de una durísima posguerra no tenía nada que ver con las grandes ciudades norteamericanas de la época o con las grandes capitales de la Europa occidental que también intentaban recomponerse de la cruenta segunda guerra mundial. Aún así, para la actriz de Carolina del Norte aquel Madrid fue una especie de paraíso, donde las autoridades del “régimen” le permitieron dar rienda suelta a “sus excesos”. La otra, lo siento, es algo que no puedo perdonarle, que en primeras nupcias se casara con Mickey Rooney. En fin…, cosas mías.

Muy diferente fue el tándem Simone de Beauvoir y Jean- Paul Sartre, otra pareja analizada en este libro. «La contradicción es una de las estaciones preferidas de los filósofos», escribe Pablo Méndez en el capítulo dedicado a la autora de El segundo sexo y al autor de La náusea. Una pareja donde hallamos filosofía, literatura, activismo político y social, feminismo, existencialismo, marxismo…, un caldo de cultivo complejo para una relación íntima basada además en el rechazo a la monogamia y en la sinceridad como eje central de dicha relación.

“Libertad o amor o laberinto” se subtitula el capítulo dedicado a esta pareja. Laberinto y podríamos añadir contradicción, pues, aunque Simone de Beauvoir no se desprenderá nunca de su vinculación con Sartre, como mujer parece encontrarse paradójicamente más cómoda en una relación más “clásica” como la que tuvo con su anterior pareja, el escritor norteamericano Nelson Algren. Una relación basada en postulados tradicionales y por tanto antagónicos a los que rigen su relación con Jean-Paul Sartre.

Siguiendo con la lectura de este libro sabremos que Humphrey Bogart fue, aunque a priori pueda parecer difícil de creer, un rebelde contra el orden establecido, las normas sociales, la autoridad, las costumbres al uso. Asimismo descubriremos —por su biografía y su letra—cómo Lauren Bacall, la mujer con la que el autor encontró el amor después de tres matrimonios fallidos, fue una mujer observadora, deductiva, con gran capacidad de adaptación, capaz de conseguir y sostener un matrimonio feliz con Bogart en el Hollywood de los años 40 y 50 del siglo pasado, una tarea nada fácil.

Una pareja difícil abordar y que estoy seguro a necesitado toda la pericia de Pablo Méndez como grafólogo es la conformada por Eva María Duarte y Juan Perón. Aunque Juan Perón fue una figura de enorme significación en la historia de Argentina, no podemos soslayar que Eva Perón se convirtió en un mito y de alguna manera, a mi juicio, sobrepasó a la figura del propio Juan Perón desde el punto de vista de la cultura popular. Ciertamente, Juan Perón puso siempre una gran intensidad en todo lo que hizo. Por otro lado, Eva Perón fue una mujer enérgica que arrollaba con su presencia… Al final, esta pareja que, como se apunta en el libro, contendió siempre unida en la arena de la política por una misma causa parece haber quedado vinculada para la historia por el mito de Eva Perón.

En las páginas de Parejas por dentro nos asomamos también a otras parejas más cercanas en el tiempo, como John Lennon y Yoko Ono o Woody Allen y Mia Farrow. La primera fue una relación ardua, complicada, dependiente…, en la que Lennon y Ono construyeron su propia realidad basada en un amor entendido como lo concebía Lennon, como «una carta que no termina nunca con todo el peso de la vida y de la muerte», pero donde no deberíamos perder de vista a otra pareja de Lennon (aunque su letra no se examine en esta obra): May Pang. La segunda, Woody Allen y Mia Farrow, fue un culebrón en toda la extensión de la palabra sobre cuyos protagonistas, a través de las claves grafológicas que nos proporciona Méndez, vislumbraremos muchos aspectos de la personalidad de estos dos personajes desconocidos para el gran público.

Con la necesaria consideración y cortesía, Pablo Méndez estudia la letra de nuestros reyes eméritos: Juan Carlos I y Sofia de Grecia. Si leen la obra sabrán lo que puede descubrirse en la letra de nuestros anteriores monarcas. El título que el autor, Pablo Méndez, ha elegido para encabezar el capítulo que dedica a la relación de esta egregia pareja es, creo, suficientemente revelador: “La dorada cárcel”, saquen ustedes sus conclusiones.

He reservado para concluir esta recensión a la única pareja de poetas que aparece en este libro: Sylvia Plath y Ted Hughes, donde debemos citar a una tercera persona en discordia: Assia Wevill, para completar esta “tragedia griega” en la que con el tiempo falleció, como suele decirse, hasta el apuntador. Amor, envidias, celos, obsesión…, la historia más desdichada con diferencia a las comentadas con anterioridad que fue protagonizada por este intrincado matrimonio de poetas. Así son, al parecer, las Parejas por dentro.

 

Francisco J. Castañón




martes, 24 de octubre de 2017

Presentación del poemario "En los pliegues del olvido" de Vázquez Moliní

El pasado miércoles, 24 de mayo, presentamos en el Centro Riojano de Madrid el libro de poemas de Ignacio Vázquez Moliní, titulado "En los pliegues del olvido" (Editorial Vitruvio, 2017). Un placer presentar este nuevo libro de Nacho junto al editor y poeta Pablo Méndez



Cartel del acto:  



miércoles, 14 de junio de 2017

Reseña 'En los pliegues del olvido' de Ignacio Vázquez Moliní


En los pliegues del olvido

Ignacio Vázquez Moliní
Ediciones Vitruvio, 2017
68 páginas



El poemario En los pliegues del olvido de Ignacio Vázquez Moliní supone el número 638 de la prestigiosa colección de poesía Baños del Carmen de Ediciones Vitruvio, un proyecto editorial que cuando ‘todo conspira contra la posibilidad de que la poesía tenga un público amplio’, como decía hace algunos días Guillermo Carnero, y en las librerías de las grandes cadenas comerciales la poesía pierde espacio en favor de youtubers y del cómic, parece necesario reconocer el relevante esfuerzo de editores que nos permiten tener entre las manos libros como el que se reseña en estas líneas.

Hasta la fecha lo que conocíamos de Vázquez Moliní era su prosa, en forma de ensayo, relato, novela y como columnista del periódico Estrella Digital, donde tengo la fortuna de compartir con él páginas digitales desde hace varios años.

Desde su primer libro, Periplo alfabético de un fumador de pipa, hasta llegar a su novela La embajada roja en Lisboa —que ha sido recientemente traducida al portugués— hay un camino recorrido que le ha llevado a ser un excelente fabulador, un esforzado forjador de relatos y, por ende, un novelista con capacidad para hacer lo más importante: contar bien una historia que atrape al lector.

En estos años ha escrito también otros libros espléndidos que merecen nuestra atención, es el caso de Historia de Almonaster que en palabras de su autor fue el resultado de “una enajenación mental”, al parecer transitoria. También hay que citar Elogio de Bruselas y Lisboas, dos libros muy recomendables para conocer la capital de la Unión Europea y la bellísima ciudad de la desembocadura del Tajo, desde ángulos muy diversos y verdaderamente interesantes. Por último, Una mirada al siglo XX: Los memorables de Vázquez Díaz, obra dedicada al insigne pintor onubense que retrato a tantos personajes de la Edad de Plata de la cultura española. Estos tres libros fueron escritos conjuntamente con Jaime-Axel Ruiz y firmados bajo el heterónimo Rui Vaz de Cunha, un autor portugués creado para la ocasión que a lo largo del tiempo ha ido tomando vida propia, pero ese es otro tema.

Nada más adentrarnos en el libro, en el primer poema nuestro poeta hace una declaración de intenciones que a mi entender tendrá un peso específico indudable a lo largo de esta obra, el autor quiere recuperar, sigo sus palabras, «esa mirada de asombro y esperanza» que añora del pasado y desea recobrar para proseguir en el presente.

En los pliegues del olvido, como no podía ser de otra manera, se habla del olvido, del olvido de esas cosas que dan sentido a la existencia, a la vida y, al mismo tiempo, va a hablar sobre el olvido para vencer al olvido. Porque el poeta, aquí, se niega a que la palabra, su palabra poética, quede muda, a que el eco de su canto quede en la “cuneta” del olvido.

Con este poemario es la primera vez que Vázquez Moliní se interna por los derroteros de la poesía. Como todo poeta en su opera prima busca un estilo, una personalidad poética…, su voz singular con la que dar un acento propio a sus poemas. Pero a diferencia de otros poetas que inician su trayectoria en el género en los poemas de Vázquez Moliní se aprecia un considerable oficio en la escritura.

Quizá por ello, una cualidad que destaca en estos poemas es el empleo de un lenguaje poético ágil y dinámico. Poemas a los que el autor también imprime ritmo, musicalidad e incluso algunas leves pinceladas de surrealismo o dadaísmo, como sucede en el poema “XIV” del libro. Del mismo modo, estamos ante una poesía sin elementos innecesarios o superfluos que se lee con soltura, con facilidad, y llega al lector con original destreza.

Por otro lado, en los versos de Vázquez Moliní descubrimos consideraciones de diversa índole sobre el devenir de la existencia y la realidad que circunda al poeta. Una poesía que quiere ser asimismo una carga de profundidad para avivar conciencias y agitar nuestro intelecto.

En el discurso poético del autor está presente el tema del amor como un cendal que todo lo cubre —anotar que este poemario lo dedica el poeta a su esposa, «a Maribel»—, aunque en este libro vamos a descubrir igualmente temas notable intensidad, por decir así, como la rutina del día a día, la angustia, el hastío, el paso del tiempo, el valor de un instante…

Otro elemento destacable es que en estos poemas sobre el olvido el poeta no deja en el tintero su compromiso ciudadano, no se “olvida” de ese componente cívico-social, que hoy se reivindica en la obra de diversos poetas contemporáneos. Podemos advertirlo en poemas como “Está prohibido dar de comer a las palomas” o en “No me importan las banderas”.

En este sentido, me atrevería a decir que hay algo quijotesco en estos poemas, algo de aquel caballero de la triste figura, de caballero andante de pensamientos elevados dispuesto a librar batallas a sabiendas perdidas que, sin embargo, mantiene intacta la esperanza en el futuro, cuando alguien «con brazo firme» pueda «cambiar por fin el mundo». Poemas como “Eres tan pequeño…” o “Si son otros los que ocultan los millones”, resultan un buen ejemplo de ello.

El narrador Vázquez Moliní escribió en cierta ocasión que “todos los libros son libros de viajes”, entiendo por ello que en su caso la poesía puede ser el “diario” de un viaje interior que el poeta decide exponer ante el público lector. Quienes hemos seguido la trayectoria de Vázquez Moliní, sabemos que este autor ha viajado a no pocos lugares a lo largo de su vida, por motivos personales y profesionales. Algunos de esos lugares aparecen en estos versos: Atenas, París, Beirut, Estambul, Bruselas (donde ha vivido) y Lisboa (donde ahora tiene su residencia habitual), esto ha ido configurando, a mi juicio, una visión universalista de la vida. Una forma de mirar el mundo abierta a la solidaridad, a la tolerancia, al diferente…, que está en el ADN de su escritura.

Ni que decir tiene que Lisboa, ciudad en la que reside desde hace años como ya se ha dicho, aunque únicamente se menciona expresamente una sola vez en todo el poemario, está siempre ahí. Como telón de fondo del escenario en el que se desenvuelven estos poemas. No podemos dejar de imaginar al autor cavilando sus versos mientras transita por las mismas calles que recorriera Fernando Pessoa desde el Gremio Literario de Lisboa hasta el Círculo Eça de Queiroz, entidades a las que desde hace tiempo pertenece nuestro poeta.

Sorprende gratamente por tanto esta incursión que ha realizado Vázquez Moliní en la poesía, porque creo que estamos ante un libro que merece nuestra atención, que merece la pena ser leído, donde hallamos una poesía sugerente, bien urdida, honesta y sin afectaciones. Una poesía donde el poeta despliega su aspecto más íntimo. algo que hasta el momento no había emergido de forma tan expresa en su prosa.

Para finalizar, comentar que el poema “LVII” del libro, donde encontramos las palabras que dan título al poemario, contiene en ocho versos la esencia de una poesía con la que el autor parece querer conjurar los pasos que desaparecen en las sendas que se borran, todo aquello que se pierde en la memoria, todo lo que se diluye en el olvido. Si desean participar de dicho conjuro, sólo me queda a invitarles a recorrer las páginas de este libro, creo sinceramente que no les defraudara.

Francisco J. Castañón




miércoles, 17 de mayo de 2017

Presentación de 'Identidad' en la librería Diógenes de Alcalá de Henares, junto al poeta norteamericano John Gibler

Junto al poeta norteamericano John Gibler, el pasado viernes, 19 de mayo, presenté mi último poemario 'Identidad' en la Librería Diógenes de Alcalá de Henares (C/ Ramón y Cajal, 4), dentro del 'VII Ciclo de Poesía en Diógenes' que dirige el escritor Matías Escalera Cordero. Me presentó el doctor en Filología Hispánica y también poeta Francisco Peña. Desde estas líneas agradezco a Matías t Francisco su amabilidad y atención. Leí poemas de 'Identidad' junto al poeta y periodista norteamericano, residente en México, John Gibler que presentó su poemario 'Morir en México'.

Aquí dejo unas fotos y un video del acto.




 

 





Cartel con la convocatoria:



Librería Diógenes en Alcalá de Henares: